Pilates y Mayores

Ideal para recuperar fuerza, equilibrio y elasticidad.

Dada las características que presenta el método Pilates, este se convierte en un gran aliado a la hora de elegir Pilates como una actividad física para este grupo de población. El “Arte de la contrología”, como su creador le llamaba, se basa en unos principios básicos, que son los cimientos de esta revolucionaria técnica: Estabilización, Control, concentración, Fluidez, Respiración y Precisión.

Los beneficios específicos que este método brinda a los más mayores son varios:

  • Aporta estabilidad a nivel de caderas y hombros, puntos claves en este grupo de población. Por eso, la necesidad de potenciar la funcionalidad de estas zonas para mantener una movilidad sana y mejorar el equilibrio.
  • Mantendremos una musculatura activa y flexible, lo que nos aportará seguir nutriendo y manteniendo unos huesos fuertes.
  • Desarrollo de la conciencia corporal, dándonos una mejora postural y alineación.
  • La coordinación y concentración en las clases nos hace trabajar la mente para mantenerla entrenada y ágil.
  • Incremento de la capacidad pulmonar gracias a los ejercicios de respiración. Mejora de la circulación.

Otro punto importante a tener en cuenta es la flexibilidad de poder adaptar y/o modificar los ejercicios en los aparatos a las distintas patologías que se nos pueden presentar, personalizando el entrenamiento de cada alumno.

Nunca es tarde para cuidarnos, ni pronto para empezar a prevenir.

El Método Pilates unido a un estilo de vida sano va a retardar los procesos naturales del envejecimiento a la vez que nos va a aportar una mejor calidad de vida

Uno de los acontecimientos mas llamativos presentes en los adultos mayores es la pérdida de masa muscular y fuerza al envejecer o al llevar una vida sedentaria. Cerca de un tercio de la masa muscular se pierde con la edad avanzada, pero un numero indeterminado de personas en países desarrollados comienza a sufrir esta dolencia a corta edad sin saberlo.

Este acontecimiento característico en la tercera edad, les priva de una cualidad tan importante como es la fuerza, indispensable para la realización de las tareas habituales de la vida y para protegerles contra uno de los problemas mas graves presentes en la tercera edad, las caídas y sus temibles complicaciones: las fracturas. 
Las caídas son, la mayor parte de las veces, las responsables directas de las fracturas y muchas veces también sucede lo inverso, el adulto se cae a partir de una fractura, casi siempre originada por una osteoporosis avanzada (especialmente en la cadera). 
La osteoporosis no es otra cosa que una pérdida de masa ósea en la que intervienen como desencadenantes un gran número de agentes, entre los que destacan: el envejecimiento, el sedentarismo y la disminución de los estrógenos en las mujeres tras la menopausia.

La estrecha relación que existe entre la reducción de la masa muscular magra y la ósea en las personas mayores, nos induce a sospechar que ambos procesos poseen un origen común y por tanto, una prevención similar.

La práctica nos enseña que quienes persisten en realizar una actividad física de forma constante, conservan en los últimos años de su vida mayor masa muscular y ósea y mayor fuerza que las personas sumidas en el sedentarismo.

También es verdad que los ancianos, incluso los que superan los 90 años, responden al entrenamiento con un aumento del volumen de sus músculos y de la fuerza, a la vez que incrementan su masa ósea. Parece pues evidente, que hueso, músculo y fuerza sufren una evolución muy similar a lo largo de la vida y que la actividad física posee un relevante papel en su mantenimiento. 
Esto no quiere decir que el ejercicio físico detenga totalmente el envejecimiento, pero si es verdad que el ejercicio unido a un estilo de vida sano va a retardar los procesos naturales del envejecimiento a la vez que nos va a aportar una mejor calidad de vida.

Las clases para nuestros adultos mayores, requerirán de un tratamiento especifico, acorde con sus necesidades y capacidades específicas. Los ejercicios realizados tanto en el reformer, trapecio o circuito de equipos, proporcionarán una preparación ideal para el cuerpo y la mente, respetando las diferencias individuales a través de una metodología y planificación creada y adaptada específicamente para este sector de la población.

Estos son algunos de los beneficios que obtienen los adultos mayores con la práctica constante del Método Pilates:

  • Menor incidencia de caídas y fracturas óseas, por aumento de la fuerza muscular y coordinación de los movimientos.
  • Retraso en la aparición de osteoporosis, sobre todo en mujeres posmenopáusicas.
  • Mejora de la depresión, sobre todo en mujeres, con los programas de entrenamiento.
  • Prevención de la asteroesclerosis.
  • Disminución de las cifras de tensión arterial, con una gran mejoría de su cuadro clínico.
  • Aumento del gasto calórico del organismo, contribuyendo a la pérdida de peso y al mantenimiento de la misma.
  • Mejora del sueño y sensación de bienestar general.
  • Mejoramiento de la funcionalidad, Incremento de la capacidad para desarrollar tareas cotidianas y laborales.